Los alumnos/as con parálisis cerebral y otras alteraciones motrices (Resumen del capÃtulo de:
Marchesi, A., Coll, C. y Palacios, J. (Comps.). (2017). ​Desarrollo psicológico y educación: 3. Respuestas educativas a las dificultades de aprendizaje y del desarrollo.​ Madrid: Alianza Editorial)
La capacidad de moverse de un individuo depende de la interacción de su sistema locomotor y sistema nervioso. La capacidad de moverse incide de forma radical en el desarrollo de la conducta adaptativa de cualquier organismo.
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CaracterÃsticas generales de la parálisis cerebral
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La discapacidad motriz, se puede definir como una alteración del aparato motor consecuencia de un funcionamiento deficiente del sistema nervioso central, ya sea del cerebro o la médula espinal, del sistema muscular, del sistema óseo y articulatorio o de una interrelación entre estos sistemas, que dificulta o imposibilita la movilidad funcional de una o distintas partes del cuerpo, por ello, el término parálisis cerebral (PC) suele emplearse en la actualidad como una denominación general para englobar trastornos muy diversos. Dichos trastornos tienen en común el hecho de significar una alteración o pérdida del control motor debido a una lesión encefálica ocurrida en la etapa prenatal o durante la primera infancia, sea cual sea el nivel mental del niño/a lesionado/a.
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Bajo la denominación de alumnos/as con PC se incluyen niños/as con sintomatologÃas muy distintas y pronósticos muy variables. Se pueden encontrar desde niños/as con perturbaciones motoras discretas, hasta niños/as cuya alteración motriz les impide realizar prácticamente cualquier movimiento voluntario.
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Los trastornos motores de la parálisis cerebral se acompañan a menudo de alteraciones en la sensibilidad, la cognición, la comunicación, la percepción y/o el comportamiento, y pueden estar acompañados también por un trastorno convulsivo. El término parálisis cerebral no es propiamente una expresión diagnóstica, sino que describe una secuela resultante de una encefalopatÃa no progresiva en un cerebro inmaduro, cuya causa puede ser pre, peri o posnatal. La PC no es una enfermedad, sino un cuadro o estado patológico y debe tenerse en cuenta que la PC no se puede curar en sentido estricto. La lesión, cuando existe, es irreversible. Sin embargo, si la atención, la rehabilitación fÃsica y la educación del niño/a son correctas, se pueden conseguir progresos muy importantes, que le acercarán a un funcionamiento cada vez más normalizado.
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En definitiva, el niño/a con PC no debe considerarse como un niño/a enfermo, sino como una persona con unas caracterÃsticas especÃficas de las que se derivan necesidades especiales que padres, amigos, maestros y especialistas diversos deben intentar atender de la mejor manera posible.
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Tipos de Parálisis Cerebral
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Hay 4 tipos de parálisis cerebral:
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1. Parálisis cerebral espástica: ​La espasticidad es un incremento anómalo en el tono muscular, resultante de un aumento de la resistencia al estiramiento y alargamiento muscular. Las contracciones musculares excesivas son de dos tipos: a) contracciones musculares que existen en reposo, y b) contracciones que aparecen cuando se refuerzan con el esfuerzo o la emoción, es decir, cuando el niño/a se sorprende con un ruido brusco o una amenaza, cuando se le pregunta alguna cosa difÃcil, etc. Los músculos espásticos obedecen a la menor excitación, son hiperirritables e hipertónicos.
2. Parálisis cerebral atetósica o discinética: Consiste en una dificultad en el control y la coordinación de los movimientos voluntarios. Puede producir distintos tipos de discinesias: coreas (consisten en movimientos aleatorios, espasmódicos y rápidos), atetosis (movimientos lentos de retorcimiento que parecen fluir de un momento a otro) y distonÃas (movimientos de torsión repetitivos y posturas anómalas). (Hoon y Tolley, 2013).
3. Parálisis cerebral atáxica: La ataxia es un sÃndrome cerebeloso en el que se encuentra alterado el equilibrio y la precisión de los movimientos. Se caracteriza por una dificultad para medir la fuerza, la distancia y la dirección de los movimientos, que suelen ser lentos, torpes, y se desvÃan con facilidad del objetivo perseguido. Suele presentarse asociada con espasticidad y atetosis.
4. Parálisis cerebral hipotónica: La hipotonÃa (el bajo tono muscular) es el cuadro clÃnico previo a otras formas de PC. En este caso, el niño presentará una disminución de la capacidad para generar fuerza muscular voluntaria, excesiva flexibilidad articular e inestabilidad postural (MacÃas, 2003).
Nociones sobre el desarrollo en niños con PC y otras discapacidades generales
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Los niños/as afectados/as de PC y otras alteraciones motoras presentan una serie de desequilibrios en el curso de su desarrollo psicológico, derivados de forma directa o indirecta de su trastorno neuromotor. La mayor parte de las habilidades que adquiere un niño/a a lo largo de su desarrollo tienen un componente motor.
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Desarrollo de la motricidad y el lenguaje
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En cuanto a los problemas de desarrollo directamente derivados de la lesión cerebral, se dan trastornos en el desarrollo psicomotor, de mayor o menor gravedad. También son caracterÃsticos los trastornos en el desarrollo del habla y del lenguaje.
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Las lesiones cerebrales producen casi siempre alteraciones de los aspectos motores-expresivos del lenguaje, determinadas por una perturbación más o menos grave del control de los órganos motrices bucofonatorios, que puede afectar la ejecución o la propia organización del acto motriz.
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Desarrollo cognitivo
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En cuanto al desarrollo cognitivo, a menos que existan trastornos asociados como el retraso mental u otros, las anomalÃas o retrasos que puedan observarse pueden afectar su sentido de autoeficacia y en consecuencia, haciendo también que se vea alterada su motivación y disposición para el aprendizaje.
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El lenguaje, es una capacidad fundamental para la construcción del conocimiento.
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Los niños/as con PC muestran a menudo una capacidad de compensación y sustitución extraordinaria. Aunque sus limitaciones para explorar y manipular el entorno, para hablar, para escribir, etc., pueden significar, que sin las ayudas pedagógicas adecuadas no consigan actualizar sus potencialidades intelectuales. Los sistemas y productos de apoyo para la comunicación aumentativa y alternativa, constituyen hoy en dÃa un recurso fundamental para posibilitar la comunicación prelingüÃstica y lingüÃstica y para proporcionar una forma alternativa de manipulación del entorno, de acceso al currÃculo escolar y de ocupación del tiempo libre.
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Interacción social
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La motricidad reducida o poco controlada determina una interacción alterada con las personas, porque el niño/a no puede producir muchos de los gestos a los cuales el entorno social asigna valor comunicativo.
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La falta de control sobre los objetos, los acontecimientos y las personas del entorno que sufre el niño/a con PC puede representar menores oportunidades para el aprendizaje activo teniendo en cuenta la falta de coordinación entre las respuestas y las consecuencias del ambiente.
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La influencia humana, sea individual o colectiva, opera de forma recÃproca y no unidireccional, de manera que los obstáculos internos creados por percepciones de ineficacia colectiva son más desmoralizadores y conductualmente autodebilitantes que los impedimentos externos.
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El desplazamiento autónomo
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Todos los alumnos con discapacidad motora debieran disponer de los productos de apoyo apropiados para poder desplazarse a voluntad a la misma edad que los demás niños. El acceso a dichas experiencias influye directamente en el desarrollo cognitivo, de la personalidad y de las habilidades sociales.
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Existen tres tipos de productos de apoyo: Andadores, sillas de ruedas autopropulsadas y sillas de ruedas con motor. ​Además de estas soluciones, cuando sea conveniente, también se puede contar con cualquier útil que permita una movilidad autodirigida. Como por ejemplo: triciclos adaptados, cochecitos...
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Sistemas aumentativos y alternativos para la comunicación
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Son todos aquellos recursos, naturales o desarrollados con fines educativos y terapéuticos, que implican mecanismos de expresión distintos de la palabra articulada. Los mensajes se transmiten en forma de habla, mediante mecanismos de voz sintetizada, o bien consisten en gestos, signos manuales o sÃmbolos gráficos (pictogramas o textos).
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Los sistemas asistidos además de mejorar el desarrollo del lenguaje, pueden mejorar la adquisición del habla.
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El sistema elegido para cada persona se caracteriza por tres elementos principales: 1) el conjunto de sÃmbolos o formas de representar la realidad y las reglas formacionales y combinatorias que permiten organizarlos para que puedan constituir un sistema expresivo; 2) el producto fÃsico o ayuda técnica que permita transmitir los mensajes; 3) la estrategia de acceso a dicha ayuda técnica o forma de indicación de los sÃmbolos.
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La variedad de sistemas de sÃmbolos pueden resumirse en cinco grandes grupos:
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Basados en elementos muy representativos: objetos, miniaturas, fotografÃas o dibujos fotográficos.
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Basados en dibujos lineales (pictogramas): permiten un nivel de comunicación telegráfica y concreta. ejem: SPC, ARASAAC, WLS o SymbolStix.
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Combinan sÃmbolos pictográficos, ideográficos, ideográficos y arbitrarios: permiten la creación de sÃmbolos complejos a partir de los más simples. son conocidos como logográficos.
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Basados en la ortografÃa tradicional: funcionan utilizando los sÃmbolos caracterÃsticos del idioma escrito (letras, sÃlabas, palabras y frases).
Los productos de apoyo proporcionan un mecanismo fÃsico que permite la comunicación, pero no proveen automáticamente a la persona de las habilidades comunicativas y lingüÃsticas necesarias para la interacción.
Tratamiento para el lenguaje
La intervención sobre el lenguaje oral debe contemplar una diversidad de contenidos, entre los que se incluyen los siguientes:
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Relajación global, inhibición de reflejos, control de posiciones y movimientos globales del cuerpo.
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Tratamiento de los trastornos de los órganos de la alimentación.
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Tratamiento de los trastornos motores del habla.
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Desarrollo de la expresión y la comprensión del lenguaje.
La intervención ha de ser global, en ella se debe dar mucha importancia a la interrelación entre los diversos aspectos incluidos en el tratamiento, entre la motricidad global y especÃfica, entre la alimentación y la locución, etc. Se recomienda un asesoramiento a los padres/madres para que puedan contribuir al desarrollo del lenguaje del niño/a con sus prácticas educativas familiares implicadas en las actividades de alimentación y en la comunicación.
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A modo de conclusión
El educador de un alumno/a con PC u otro tipo de discapacidad motriz debe considerar que tiene ante él, sobre todo, a un alumno/a al que debe ayudar como a todos/as los/as demás, a aprovechar al máximo sus potencialidades de desarrollo para vivir una vida lo más independiente, rica y feliz posible. Las necesidades especiales de estos/as alumnos/as deben vivirse como un reto más que como un obstáculo. Como un estÃmulo para aprovechar todas las oportunidades de formación permanente, para analizar cuidadosamente y mejorar dÃa a dÃa las estrategias de interacción educativa utilizadas y para reflexionar continuamente sobre la presencia de los objetos propuestos y de los medios elegidos para alcanzarlos.
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